A veces.
A veces no te hablo, no te saludo, no te miro y no te busco, porque veo que tú no haces el esfuerzo por hacerlo, entonces ¿por qué yo si?, no, no es orgullo; es dignidad, pues entendí que esto es de dos y no de uno, así que cariño no me seguiré humillando por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario